Recursos docentes | Materiales didácticos
Enseñar ortografía en la escuela primaria no es simplemente transmitir reglas, sino acompañar a los chicos y chicas en un proceso clave de su alfabetización. Desde el Diseño Curricular y los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP), se plantea que aprender a escribir correctamente es parte de aprender a comunicarse mejor, a expresarse con claridad y a construir sentido en los textos que producen.
Como docentes, sabemos que enseñar ortografía no es solo corregir, sino generar espacios para reflexionar sobre el lenguaje, trabajar con textos reales y ayudar a que los estudiantes comprendan por qué escribimos como escribimos. Es un proceso que lleva tiempo y que necesita continuidad, paciencia y propuestas significativas.
Además, cuando los chicos dominan la ortografía, ganan confianza, pueden compartir sus ideas sin miedo a "escribir mal" y se sienten parte de una comunidad que valora la palabra escrita. Enseñar ortografía también es una forma de asegurar el derecho de todos a acceder a una educación de calidad, sin importar su punto de partida.
Por eso, enseñar ortografía desde un enfoque reflexivo y contextualizado es una tarea profundamente pedagógica y social, y una parte esencial del trabajo que hacemos todos los días en el aula.
¿Qué incluye este material?
Enseñar ortografía en la escuela primaria no es simplemente transmitir reglas, sino acompañar a los chicos y chicas en un proceso clave de su alfabetización. Desde el Diseño Curricular y los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP), se plantea que aprender a escribir correctamente es parte de aprender a comunicarse mejor, a expresarse con claridad y a construir sentido en los textos que producen.
Como docentes, sabemos que enseñar ortografía no es solo corregir, sino generar espacios para reflexionar sobre el lenguaje, trabajar con textos reales y ayudar a que los estudiantes comprendan por qué escribimos como escribimos. Es un proceso que lleva tiempo y que necesita continuidad, paciencia y propuestas significativas.
Además, cuando los chicos dominan la ortografía, ganan confianza, pueden compartir sus ideas sin miedo a "escribir mal" y se sienten parte de una comunidad que valora la palabra escrita. Enseñar ortografía también es una forma de asegurar el derecho de todos a acceder a una educación de calidad, sin importar su punto de partida.
Por eso, enseñar ortografía desde un enfoque reflexivo y contextualizado es una tarea profundamente pedagógica y social, y una parte esencial del trabajo que hacemos todos los días en el aula.
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